Fringe bodies

Fringe Bodies en El Arenero reúne la obra de Duff Norris, Katie Vota, Anwar Mahdi, Issa Téllez y Javier León Cuevas, ofreciendo un vistazo de las complejidades de encarnar y representar la identidad queer (cuir). Todas las obras incluídas actúan como retratos de una forma u otra, y es así que los artistas participantes reclaman su autonomía y se re-apropian de las historias personales, sociales e incluso mitológicas que han influido en la construcción de su identidad. 

Explorando lo liminal e íntimamente conscientes de las condiciones que rodean el juego constante entre la visibilidad y la invisibilidad como individuos LGBTQIA+, los artistas de Fringe Bodies expresan radicalmente su identidad a pesar de la amenaza al rechazo, la represión política e inclusive el riesgo a la violencia. Como herederos culturales de los movimientos sociales LGBTQIA+ de las décadas de 1960 y 1970, hacen notable un desafío a lo convencional al proclamar la existencia de una multiplicidad de identidades divergentes. Buscando así cuestionar los límites de la normalidad y su imposición categórica.

Katie Vota revisa metodologías y estructuras textiles en busca de los lugares y momentos donde las barreras entre las personas se tocan, se doblan, se rompen o se superponen. Creando un límite físico a la entrada del espacio, fuerza al espectador a relacionarse con lo liminal de una manera que hace referencia a la existencia en el mundo actual del cuerpo cuir. La serie de retratos de Duff Norris evoca a los lugares de encuentro cuirs y explora las particularidades de la masculinidad, la expresión de la intimidad y los puntos de unión de la identidad y la representación. Javier León Cuevas también utiliza la fotografía para hablar sobre la construcción de la intimidad y las capas que componen la identidad, que incluyen nuestras asociaciones familiares y elegidas. Reflexionando así sobre la masculinidad, el cuerpo y el deseo de una forma que subvierte lo sexual.

Los dibujos de Anwar Mahdi, aunque íntimamente personales, reflejan un retrato social del mundo que intenta reinventar las historias de origen y presentarlas como un lugar dentro del cual los cuerpos cuir y las personas de color no sólo existen, sino que también asumen el papel de protagonista. Por último, Issa Tellez recupera el baile norteño en un videoperformance que lo resignifica a partir de intervenir las letras de huapangos famosos y portar trajes típicos llenos de glitter y lentejuela. Celebrando de esta forma al cuerpo queer. 

Los artistas de la muestra cambian las dinámicas de poder y pasan de ser definidos a definirse a sí mismos; participando en un proyecto que se enfoca en crear mundos dónde puedan existir nuevas y diferentes formas de vida afectiva, erótica, personal y pública.